Asesinar al lado bueno que
aún existe dentro de mí
o dejar fluir los dos a la vez,
donde podré esconder esa sed
de venganza, de sangre
acaso habrá lugar en mi mente retorcida
en la cual se evaporen mis sentidos
y los latidos se dejen de sentir.
Entre besos de olvido, caricias
mas falsa que la bondad de tus
manos muertas... sígueme te
guiare a donde habita el mal,
la sociedad erótica del vientre
del ser que aun no ha nacido.
Indefensa alma, pura como el
viento que en las copas de los
árboles entre las montañas,
o como el fuego que sale del
circo aquel donde el vampiro
muere y el lobo renace de
la oscuridad y deja sin
aliento a el humano infiel...
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